Sin duda alguna, lo más eficaz a la hora de conseguir el éxito digital es logrando un buen posicionamiento online. A la hora de posicionarse, como todos sabemos, existen dos maneras: el posicionamiento web SEO (también conocido como posicionamiento orgánico) y el posicionamiento web SEM (también conocido como posicionamiento de pago). Aquí es donde, la mayoría de mortales, se plantean elegir entre una opción u otra. Sin embargo, hoy en Nouveau te vamos a explicar por qué no debes elegir un tipo de posicionamiento y prescindir del otro, sino combinar ambos.
Antes de nada, vamos a explicarte las diferencias que existen entre ambos tipos de posicionamiento, que no son precisamente pocas:
El posicionamiento web SEO, se caracteriza principalmente por no tener costo. Se trata de una manera muy lenta de subir posiciones en el buscador de Google, pero con resultados realmente contundentes si se ejecuta de manera correcta. El posicionamiento web SEO, es un proceso a largo plazo en el que lo que buscamos es demostrarle a Google que nuestra página es la mejor: a base de adaptarla y optimizarla para que vaya -literalmente- como un cohete, llenarla de contenido original y de calidad y, en definitiva, ofrecer a los usuarios una página web de calidad en la que encuentren aquello que están buscando. Esto es, ni más ni menos, lo que hay que demostrarle a Google para que te posicione en buen lugar y tu web salga de entre los primeros resultados.
El posicionamiento web SEM, sin embargo, es muy distinto. Se trata de aparecer en los primeros resultados de búsqueda, usando una determinada palabra o número de palabras, pagándole a Google para que nos ubique allí. Lo que conocemos como los Google Ads, o los anuncios de búsqueda de Google. Esta técnica se usa para obtener resultados inmediatos.
Ahora bien, la clave radica en saber usar ambos SEO y SEM. Porque sí, el posicionamiento web no es una ciencia exacta, y lo mejor es usar cuantas más herramientas y métodos -siempre llevados a cabo por expertos- mejor. Lo que recomendamos desde Nouveau es unir ambos posicionamientos y trabajar con ellos al mismo tiempo, pero de manera separada; es decir: la campaña SEO se debe llevar a cabo siempre, de manera constante, y la campaña SEM la usaremos en momentos concretos tales como el inicio de una campaña o situaciones en las que bajan las ventas en picado y queremos darnos a conocer de inmediato.
Sin embargo, no todo queda aquí. Un mago no revela sus trucos, sin embargo, nosotros hoy te vamos a dar un consejo clave para empezar con tu estrategia de posicionamiento: Google es muy juguetón, y hay cosas que hace que no son demasiado justas, como por ejemplo posicionar mejor a las páginas con mayor número de visitas, privando a las webs de reciente creación de este privilegio de aparecer entre los primeros resultados.
Es muy complicado posicionarse en el top 10 desde cero. Por eso, con este truco engañaremos a Google: cuando nuestra estrategia SEO esté totalmente marcada y llevada a cabo, en lugar de esperar a que Google nos posicione entre los primeros resultados -que, como ya hemos dicho, partiendo desde cero es casi imposible- llevaremos a cabo una campaña SEM.
Con esto conseguimos aumentar las visitas en gran cantidad en un periodo de tiempo muy corto. Pagaremos por esas visitas, sí, pero Googlebot verá que nuestra página es relevante -por todas las visitas conseguidas- y nos tomará más en serio, posicionándonos mejor. Pero, no lo digas muy alto, este secreto debe quedar entre nosotros 😉